domingo, 19 de mayo de 2013

¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno, de Will Gompertz

Entre tapices de los siglos XVII y arte moderno va transcurriendo la semana... Mi amiga Luz ha sacado con valentía sus maravillosos tapices de la galería Atalante y se los ha llevado al Ramses, bar de copas moderno y afterwork. El cambio les sienta bien a los tapices... merece la pena verlos! Mitología, cenefas, modernidad en las composiciones, colores suaves. Lo antiguo y lo moderno, el arte como algo que nos hace trascender, el arte que nos ayuda a representar el mundo en lo simbólico, en las emociones, en los sentimientos...


Happy together unhappy together and won't it be fine?
Days may be cloudy or sunny

Come rain or come shine, en versión de Rita Souling

Este libro es un regalo pensado, "que te agradezco", porque me pilla en el momento justo de parar de leer novelas y leer algo de pensamiento y si es vinculado al arte, mejor! Una mirada moderna y lúcida sobre el arte moderno, desde el impresionismo hasta nuestros días, estableciendo relaciones entre los distintos movimientos (algunos, de hecho, bastante desconocidos para mi). Desde La revolución de Courbert, Duchamp y los impresionistas hasta Damien Hirst (que no me gusta) o Yoko Ono. Pero además, cuenta los entresijos del arte, el proceso de su mercantilización hasta el exceso que provoca la duda sobre el propio valor artístico.

El autor (es director de la Tate Modern de Londres) escribe con humor, un gran sentido de la ironía y con esa sencillez del erudito que sabe tanto que puede explicar lo más difícil de una forma sencilla, amena y pedagógica. Es un gran libro para los que, como yo, somos aficionados y apasionados por el arte moderno; te permite dar un repaso a los últimos siglos con inteligencia, dudar de algunos tópicos, revisitar con la memoria algunas obras y aprender, sobre todo, aprender...

Es un libro que te enseña qué heredan unos pintores de otros, que superan frente a sus referentes o porqué un urinario se convierte en arte en un momento determinado y no en otro. Es un libro que habla de la fuerza de las ideas, no sólo de las vanguardias!

Un buen libro, una cocción de cerámica desastrosa, Luz con los tapices, Constanza con su voz... Vivimos rodeados por el arte que, a veces, nos ayuda a entender las cosas de la vida un poco mejor, y a veces, nos consuela...

Cocido sano para una primavera con nieve

Días de frío y lluvía, días blue que nos hacen añorar el verano, el sol y la luz...

Por eso, un cocido sabroso pero sin mucha grasa de cerdo, que no permite abrir un vino y charlar haciendo un rato de tertulia familiar.

Es un cocido sin cerdo, con mucho morcillo y pollo y sólo un puñadito de garbanzos. ¿Verdura? la que hay en la nevera, sin complicaciones...


Ingredientes:
  • garbanzos, un puñado que se ha puesto en remojo el día anterior;
  • 3 zanahorias;
  • 2 puerros;
  • 2 patatas:
  • apio a voluntad;
  • un trozo de calabaza;
  • 1/2 pollo;
  • 1/2 kg de morcillo;
  • 1 trozo de punta de jamón
  • sal
Pimientos asados
  • pimientos rojos,
  • un chorro de aceite,
  • sal y azucar;
  • unas gotas de vinagre de jeréz.
Se pone todo a cocer en la olla a presión. Cuando está hecho, se retira y se distribuye en varias fuentes: una para las carnes, otra para las verduras y otra para los garbanzos.
Esta vez, con las zanahorias, la calabaza y un poco de caldo, he hecho un poco de puré de verduras naranja para una cena. Los pimientos bien cocinados luego, hacen un gran complemento para el cocido.

Con el caldo, hacemos una sopa de arroz clarita. No hay mejor sopa de cocido que la de arroz!!!!


 y alguna canción decente...Tony Bennett & Amy Winehouse - Body And Soul 

lunes, 13 de mayo de 2013

Sonata a Kreutzer, de Leon Tolstoi

¿Es el gran Tolstoi un anti-feminista radical? ¿Estamos justificando el crimen pasional?

Su novela titulada, Sonata a Kreutzer (en referencia a la SonatNº 9, en La mayor, opus 47, del mismo nombre, de Beethoveen), es una joya literaria, breve pero densa en significados, que relata una historia que cuenta un viajero, Pozdnishev, en un tren a su acompañante.


En primer lugar, hay que entender el momento, entender que esta novela se escribió en 1889 y transportarse a un vagón de tren de la Rusia de entonces, ponerse a escuchar la sonata y... no juzgar, sólo leer. Porque si juzgamos y, además, conocemos al menos de oídas, la tensa relación que mantenía Tolstoi con Sofía, su mujer y madre de sus hijos, entonces tiraríamos el libro por la ventana por anti-feminista, por misógino, por sus diálogos hirientes sobre la mujer y por la enorme violencia que respira el análisis sobre las relaciones personales en una pareja... ¿Le sirvió de desahogo ante su mujer, esta novela?

Sin embargo, ninguna frase nos deja indiferente; detrás de los diálogos de tono violento y juicio rápido, se esconden preguntas sobre las relaciones humanas. Además, el sonido del violín, e ritmo de la novela, que se entreteje entre lo que cuenta el viajero (el protagonista aparente) y el pensamiento del narrador (el otro protagonista), hace que continuemos su lectura fascinados.

La sonata de fondo es inevitable escucharla en algún momento de la lectura... es la pieza que sirve de excusa para el encuentro entre los amantes, entre el violín y el piano... Cuando el amor del matrimonio, se convierte ya no en rutina sino en odio, cuando las relaciones son algo inestable y llegan los celos, todo se justifica en la novela, hasta el asesinato de la propia esposa.

A pesar de que, aparentemente, en la novela se justifica el asesinato por celos, el protagonista vive condenado a  viajar de tren en tren, explicando su propia tragedia, buscando la comprensión, si no el perdón, de quienes le escuchan y le acompañan en el viaje. Pozdnishev encuentra el perdón de la justicia pero no el perdón interior y eso es lo que, al final, a un lector moderno, nos ofrece cierta modernidad en el pensamiento del novelista. El protagonista vive enfrentado a sus demonios interiores, en vida de su mujer y en su muerte; nada le salva, la complejidad de las relaciones de pareja y los celos, convierten el amor carnal en duda y agonía. Celibato y acercamiento a Dios son dos temas que van sucediéndose en la obra, como contraposición a esos demonios interiores que nacen del amor carnal...

Y, por encima del moralista radical y encendido, por encima de sus ideas rancias, contradictorias y relacionadas con sus propias pasiones amorosas, aparece el Tolstoi escritor, soberbio y profundo, que con dos pinceladas describe la psicología de lo personajes y que nos conduce a un mundo de duda sobre las pasiones amorosas del que casi nadie está exento. Una gran novela corta que nos enfada, nos divierte y nos hace pensar...

Una lectura corta para una larga primavera de lluvias y cielos rojos, un verano que se hace esperar...