domingo, 20 de enero de 2013

El tango de la guardia vieja, de Arturo Pérez Reverte

En mi mesilla... y disfrutando de la lectura de este novelón...


El Once, Tango de la Guardia Vieja ... que más que tango es milonga...

Un novelón de los de siempre, clásico, con amor y sexo, con intriga, con personajes bien construidos que van entretejiendo sus vidas a lo largo de la historia. He disfrutado de su lectura por la trama de la novela y porque Reverte (con permiso) cada vez escribe mejor; ya no es que se le ocurra un buen argumento, como en El Club Dumas o en La tabla de Flandes... sino que ya ha aprendido a terminarlo, a hacerlos redondos sin que se le vea el plumero (como en el La piel del tambor) y dejando un buen sabor de boca. Cada vez me gusta más Reverte como novelista, cada vez está más hecho y sus protagonistas tienen más profundidad y son más independientes de su autor.

Siempre me he quedado enganchado de los argumentos de sus novelas, de los Dumas o las ganas de jugar al ajedrez, pero los finales no me acababan de gustar hasta La Reina del Sur y ahora sí, ahora ya puedo decir que está es una novela redonda!  Además del argumento, te atrapa la minuciosidad con la que se describe la moda y vestimenta de la época, la historia d los tangos, de las letras, de las músicas, de los bailes y el trasfondo decadente de una época que se derrumba en una Europa entre guerras.

Personajes maravillosos entre los secundarios que van armando un universo muy particular en cada episodio, en cada localización de la novela: los compañeros en el pueblo Francés, los turistas de cruceros, los hampones de las barriadas bonaerenses, los espías italianos y españoles o la burguesía decadente de la Riviera. Cada uno de ellos con su función en el texto y con su personalidad narrativa al servicio del tono de la obra, en cada caso. Tono narrativo que va teniendo diversos ritmos a lo largo de las páginas y que contribuye a crear una atmósfera literaria en la que todo es posible...



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