Se pica una cebolla mediana y tres dientes de ajo y se ponen a sofreir a fuego lento en una cazuela, mientras se pelan dos tomates pequeños a trozos que luego, cuando está la cebolla hecha, se añaden...
Lo bueno de picar cebolla es que cuando te pones a llorar, aprovechas ya por todas las lágrimas reprimidas y te dejas llevar... anda que no hay cosas por las que llorar y tantas veces nos aguantamos...
Llorar mientras partes la cebolla y remover luego la cazuela es una forma de reconciliarse con las cosas que nos pasan!
En una taza o cuenco se deslía la tinta del calamar con un vaso de vino tinto y se reserva: En la cazuela se añade ahora una cucharada de harina, que se fríe unos minutos y, luego, dos vasos de agua, se remueve y se añade el vino con la tinta. Se deja cocer unos cinco minutos -removiendo, removiendo la salsa y lo que nos remueve por dentro- y antes de que comience a hervir, se añaden los calamares en trozos y se rebaja el fuego. He añadido 2 galletas quely de sabor curry-madras en trocitos, para dar consistencia y sabor a la salsa. Se deja cocer a fuego lento durante un ahora aproximadamente, cuando los calamares estén blandos, entonces se prueba, se apaga el fuego y se da el punto de sal.
Ingredientes
- 1 cebolla mediana,
- 3 dientes de ajo,
- 2 tomates,
- 1 vaso de vino tinto,
- 2 vasos de agua,
- 2 galletas quely de curry
- tinta, bolsitas adicionales...
- 2 calamares grandes de potera, limpios y cortados en trozos!!!!!
siiii, aceite y sal, claro!
ummmmm..... toda la casa huele a la salsita!!!!