...y la lectura del libro también te será útil porque te servirá para relativizar los problemas del día, para reírte de ti misma y para entender que todas esas contradicciones interiores son más comunes de lo que nos parecen...
Es un libro de lectura rápida porque es trepidante y tiene un ritmo veloz que hace que sigas capítulo tras capítulo para ver qué más le pasa a James Sveqk, el protagonista, un newyorquino pijo y extremadamente lúcido que convirete su confusión hacia el paso a la edad adulta en una mirada irónica y cómplice hacia lo que le rodea.
Es "el otro", "el diferente", que mira con otros ojos y se rebela ante la vida que le espera...el inadaptado! Ese ese otro que yo que todos conservamos dentro cuando tenemos la mirada lucida y las emociones más escondidas, que nos permite analizar los hechos, las personas y las situaciones de una forma ajena y distanciada, desde "fuera de la habitación", como espectadores y no como actores.
El libro comienza trepidante e ingenioso, te atrapa pero como no lo leas de un tirón, hacia la mitad, se atasca... se vuelve más repetitivo y convencional y no tiene un gran final, como prometen las primeras páginas. En definitiva, es un libro de entretenimiento que divierte pero no llega a convencer del todo.
Lo que más me ha interesado de este libro es ese afán lingüista del protagonista por la precisión semántica y por la corrección sintáctica. El lenguaje se convierte en objeto de la novela y cobra un protagonismo importante como vehículo del pensamiento. Es, especialmente, interesante en las conversaciones de James con su terapeuta (inquieta e insegura) ya que el lenguaje no es el que desvela los pensamientos sino el que los oculta, las trampas del lenguaje se hacen obvias y se transforman en el contenido mismo de la terapia en lugar de servir de canal transmisor. Lenguaje y pensamiento, cuál de los dos es el esencial para el otro...
"Estaba dándole vueltas a esas ideas sobre el lenguaje y el pensamiento, sobre lo difícil que me resultaría expresarlas o tal vez no tan difícil sino fatigoso, como si pensarlas fuera suficiente y su expresión resultase redundante o inferior, pues todo el mundo sabe que la traducción simplifica las cosas, ..."
"La mayoría de la gente cree que las cosas no son reales si no se expresan verbalmente, y que es el acto de expresarlas y no el de pensarlas lo que las legitima. Supongo que por ese motivo uno siempre quiere que otro le diga"te quiero". Yo pienso lo contrario, que los pensamientos son más reales cuando se piensan, que expresarlos los distorsiona o diluye...."
Y, en esta reseña sobre la lucidez y las terapias que nos ayudan a sobrellevar los problemas, nada mejor que una canción, All you al right? de Lucinda Williams
Entre libros y calderos, alimentemos el cuerpo y el espíritu... Removamos el caldero de nuestras vidas; el de los fogones y el de las cosas que nos van pasando. Pasemos las páginas de los libros... nuestras propias páginas y la de nuestros amigos. ¿Por qué... qué cosas nos acompañan en la vida? Un buen plato, una salsita pa´mojar, un novelón, un personaje maravilloso, una historia... Literatura y cocina, que están siempre en nuestras vidas, en las de algunos/as... claro!!
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