Un comienzo de 2013 lleno de armonía, con la flexibilidad de los juncos, que se dejan llevar por el devenir de las cosas, escuchando, esperando, intervenir sin excesos...
El Libro del Tao es el regalo que me hizo Arancha el día de Fin de Año y es un regalo muy simbólico en un momento de cambio de año para una persona que acaba de incorporar la meditación a su vida.
Es un libro sencillo sobre pensamiento/meditación personal y algo de política. Con pensamientos simples y condensados, tipo los haikus japoneses, muy poéticos, el libro ofrece una visión filosófica sobre la vida y la política.
Y es en eso en lo que quiero insistir, en la filosofía del Tao porque su popularización ofrece una visión como de "recetas" mediante "citas" para la vida a modo de los manuales de autoayuda. El Tao tiene una profundidad de pensamiento que, en ocasiones, lo convierte, en un texto críptico y difícil, dentro de su simplicidad expresiva... Y eso hace aún más interesante su lectura por cuanto es un reto para la comprensión y para promover el pensamiento filosófico.
El Tao nos enseña dos conceptos básicos sobre los que se mueve el mundo, la naturaleza y el hombre como parte de esa naturaleza:
- El Tao o el principio de todo, el arje, el ser y el no ser en uno mismo.
- El Te o el principio de movimiento de las cosas, la capacidad de actuar o el "no actuar" como forma de vida. Para la filosofía china, en el corazón residen las emociones pero también la mente y la inteligencia; no se separan mente y corazón, inteligencia y emociones...
Es un libro para leer y para releer fragmentos antes de meditar... es un libro que nos sitúa frente al mundo y la naturaleza como parte del mismo, y eso, desde un punto de vista artístico me parece muy interesante... la caligrafía, la aguada con tinta china, el Tao como inspiración:
IV. El vacío de origen.
El Tao es un recipiente hueco, difícil de colmar.
Lo usas y nunca se llena.
Tan profundo e insondable es que parece anterior a todas las cosas.
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