A veces se produce esa casualidad que consiste en que la lectura y el estado de ánimo están perfectamente sintonizados... De algún modo necesitaba que el universo conspirará un poco a mi favor y me encontrará yo de bruces con este libro el otro día... Una buena novela negra o una novela policíaca, de las clásicas, para desengrasar y dejar atrás diez días de nubes negras en la cabeza, un comisario Maigret del que había oído hablar pero al que todavía no me había encontrado....
He disfrutado con esta novela y si tuviera otra de Maigret en mis manos, ahora mismo la empezaba.
Es una novela de género, bien escrita y mejor estructurada aún en la trama. A lo largo de unas páginas muy bien escritas y muy ágiles en su lectura, ta va guiando por un argumento policíaco en el que te deja entrever parte de la solución pero siempre se conserva el misterio siempre falta algo por conocer. La novela basa gran parte del argumento en las duplicidades de los personajes: un asesino con dos caras, un cómplice con doble vida, dos mujeres en la vida de un mismo hombre.. Las cosas, las personas, todas tienen su reverso...
Y, como protagonista indiscutible, un inspector de policía francés, el comisario Maigret, del que bastan pocas líneas para definirlo y para dar al lector una idea muy precisa tanto de su imponente físico como de su fortaleza de carácter. Vuelve a ser una constante de la buena novela negra, los personajes se describen por los diálogos y por como actúan en la narración, apenas hay descripción. Maigret es un personaje con fuerza, que nace con esta novela y que se irá fortaleciendo y agrandando en otras muchas...
No puedo olvidar la ciudad como telón de fondo, como parte de la trama, las ciudades que habitan en una misma ciudad, el mundo de la noche y el hotel de día, los barrios con sus ambientes y las estaciones de tren van perfilando un París complejo que es donde se teje la trama.
Con ganas de visitar París en unas semanas, paseo por la Gran Vía de Madrid en un día lluvioso, la energía vital que transmite la Gran Vía aún en domingo por la mañana: vitalidad, fuerza, cargar las pilas para la semana! Y un buen rato en La Casa del Libro, que sigue siendo ese lugar mágico en el que perder las horas buscando lo que ya conoces y descubriendo nuevos títulos... Un edificio precioso y bien conservado!
Y en el iPad suena la voz de mi amiga Constanza en un tango con una letra preciosa, "Tu y yo no somos tu y yo sino dos locos inconscientes..." de la película Inconscientes, tango compuesto por Sergio Moure ...