sábado, 5 de mayo de 2012

Ragtime, de E.L. Doctorow


Un ragtime es un género musical. "En realidad el ragtime no puede ser considerado como jazz. Los rags estaban totalmente escritos y excluían la improvisación"...

Escucha este, al piano, Pineaple Rag, del compositor mencionado en el libro, Scott Joplin, que te da el tono de la novela, de su tiempo narrativo y de su tiempo histórico... para ambientar, para coger el tempo de la novela.


Que sensación tan satisfactoria da el terminar un buen libro, un libro que no solo entretiene y está bien escrito sino que nos traslada a otros mundos y trasciende hacia sensaciones y pensamientos universales.

Ragtime es una novela que se mete, casi se hunde, dentro de una parte de la historia reciente americana, de los años 30, en realidad, los años de la Gran Depresión, y justo antes de la Primera Guerra Mundial. Los personajes ficticios se entremezclan con los personajes históricos, como Freud, Houdini, Emma Goldman, Emiliano Zapata, Henry Ford o JP Morgan de una forma magistral y sin causar ninguna extrañeza. Doctorow, que no nombra a los protagonistas centrales de su novela sino como genéricos, Padre, Madre, Abuelo, Hermano Menor (porque pueden ser cualquiera), consigue convertir a los personajes reales, ya de leyenda, en parte de la novela porque los caracteriza y humaniza al tiempo que les da continuidad en las páginas y en la trama. Son marco de referencia del tiempo narrativo en la historia novelada pero son, al mismo tiempo, parte de la misma y así consigue ofrecer una "verosimilitud ficticia" que realmente engancha. Este juego de personajes de la ficción sin nombre y de personajes históricos conocidos que se convierten en parte de la trama, crea un juego literario entre literatura y realidad, entre narración e historia (history/story) que envuelve la novela.

Hay dos momentos magistrales con estos personajes tomados de la historia, de la vida real, uno es al comienzo cuando Freud viaja a Nueva York y se pone enfermo de la tripa (el autor pone en su sitio al mito) y el otro es el encuentro entre Henry Ford y JP Morgan, que tiene un humor irónico tremendo tanto en las formas como en el fondo. Dos grandes hombres que representan el triunfo del capitalismo hablando de la reencarnación como el paso siguiente en sus triunfales carreras...

La soberbia de estos dos hombres, el desasosiego de algunos personajes, como el de Hermano Menor y el de Houdini (muy Freudiano, por otra parte),los deseso de justicia o de venganza, el racismo, el amor...  todo fluye en un ritmo constante a lo largo de las relaciones entre los distintos personajes. Es una novel sobre las pasiones humanas, en cierto modo es una obra coral sobre las mismas porque todas conviven, todas existen entre unos personajes y otros y todas provocan conflictos.

Frente a a familia sin nombre, a la cual todos pertenecemos, y frente a los personajes históricos, destaca el músico negro, Coalhouse Walker Jr. como el personaje que representa el ragtime, el destino sin improvisación, como el de esta canción, Wall Street Ragtime, de Scott Joplin, compuesto en 1909. Es el hombre pacífico que, de pronto, es víctima de una injusticia derivada del racismo y se convierte en el hombre sin miedo, que representa la lucha por la justicia, sin importar el precio a pagar, (en parte, como Zapata y Villa que están luchando en México al mismo tiempo). Es el hombre que es capaz de esperar, que no se desvía de sus objetivos y que antepone sus ideales a las personas que le rodean, incluido su hijo, sin miedo a las consecuencias. Frente a él, ese maravilloso secundario que es Hermano Menor, el idealista sin fronteras, el experto en explosivos, el romántico que no teme a la muerte porque no tiene apego a la vida...


Padre y Madre son dos personajes que trascienden el arquetipo como individuos y cuya relación representa el matrimonio burgués, con sus épocas de amor y desamor, sus silencios y sus encuentros. El autor sólo salva a la Madre como alguien humano que se preocupa por los suyos, que protege a la familia en medio del sufrimiento. Una mujer que aprende a llevar los negocios, además de la casa, que no cae en el racismo y que se supera a si misma a medida que la historia avanza, que va modernizándose con los tiempos.


Lo que se cuenta, la historia de la familia y la historia de la injusticia sufrida y vengada de Coalhouse tienen ritmo y mantienen el interés del lector pero aún es más interesante, ir encóntrándote en la trama con JP Morgan visitando Egipto, con Houdini haciendo sus shows, con el descubrimiento del cine o con la antesala de la Primera Guerra, ficción y realidad como un juego perfectamente ensamblado, que da un enorme placer en la lectura.


Crítica política y social de trasfondo, pasiones humanas, la vida que pasa... Una gran novela de un autor que, con cada novela que leo, me gusta más... Doctorow!



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