En mi retina la luz de finales de agosto en el Mediterráneo...que nos deja azules brillantes, morados de las montañas en el atardecer, grises de las nubes que anticipan las tormentas de agosto.
y una música que nos acompañe mientras recogemos los trastos del verano y emprendemos el regreso a casa... una canción country, de carretera, de las que hacen camino (en este caso de vuelta), con Katheleen Edwards, en Going to Hell.... una canción que transmite serenidad y paz... para un final de verano con luz.
Ahora entiendo porque Mario Vargas Llosa tiene a Faulkner como referente y habla de la novela de este autor como la novela "en su totalidad" porque realmente la visión de Mr. Faulkner de un universo total en un pequeño lugar, que representa el conjunto del mundo, que aúna vivencias y emociones, es algo que veremos en algunos autores del boom iberoamericano, no sólo en Vargas Llosa.
La tensión de lo narrado, de la trama, que se adivina desde el comienzo a través del símbolo de la humareda que nos identifica el incenduo y nos anticipa un drama, se va modulando a través de los capítulos, creando una atmósfera envolvente para el lector. Un ritmo lento, una atmósfera densa y cargada de tensión que Faulkner va modulando a lo largo de la novela.
Cada personaje tiene su sentido y su porqué y si hay alguien que contribuye a hacer de la trama una estructura redonda es Lena... La mujer sureña y embarazada que busca un padre, un padre genérico para su hijo, el padre, que nos introduce a la trama, nos acompaña, participando en ella y, finalmente, la trasciende, porque se convierte en un símbolo de la vida que continua, dejando atrás la trama novelística.
Además de Lena, hay otros personajes que llevan el peso de la narración, principalnente Christmas, y después Hightower, (sin hablar de la simbología de los nombres de los personajes, claro!) que transmiten una enorme sensación de fatalidad ante el destino y una gran soledad. Son personajes que llevan el peso de la carga de su desgracia, marcada por su árbol genético, son quienes pagan las culpas del pasado, las suyas y las de otros! Hay otros secundarios naravillosos, como Brown, la señorita Burden, los Hines o Byron. Este último cobra gran importancia porque además de personaje tiene un enorme peso como narrador parcial de los hechos, actor y y narrador.
Racismo, incomprensión, marginación, fanatismo religioso e incultura son algunos de los grandes temas que se tratan en el libro; el linchamiento como solución de justicia, el trasfondo del Ku Klus Kan, las religiones en la América profunda como forma de identidad colectiva y, como diría Baroja, la lucha por la vida son los temas esenciales que convierten esta novela en una gran obra literaria con valor universal.
Desde luego, muchos escritores lo intentan y Faulkner claramente lo consigue, es una novela completa, total y no me extraña que sea la admiración de otros escritores por cuanto supone un gran dominio de la trama, los ritmos, unos personajes muy bien construidos, una simbología precisa y, en definitiva, un análisis profundo de la esencia humana.
Si fuera escritora, que no los soy más que de estas crónicas, este autor y esta novela serían claramente uno de mis referentes. Como lectora debo decir que he disfrutado como en mis años de juventud de la lectura de una novela en la que yo no decidía nada; he sido una lectora manejada por una trama sutil y compleja, unos personajes que atrapan en su soledad y en su destino, de los que cuesta separarse, y un ritmo narrativo que el autor domina con precisión. Me descubro ante W Faulkner...
¿La llamaremos Lena?
Disiento con la bloguera. Dices: " con Katheleen Edwards, en Going to Hell.... una canción que transmite serenidad y paz...".
ResponderEliminarYo personalmente sentiría más serenidad y paz "Going to Heaven" .. por si acaso.
:-)
pura semántica del título... escucha la canción y dime!
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